Miles Kane y Alex Turner han vuelto. Y de qué manera!
Por eso quizá ese título: Everything You’ve Come To Expect. Y es que después de 8 años de silencio y ausencia, después de la salida de The Age Of The Understatement no eran pocas las expectativas que se tenían sobre lo nuevo del grupo. El primer adelanto fue Bad Habits. Tema bastante fuerte, que fácilmente podría ser un descarte de la carrera en solitario de Kane. Por eso quizá a nosotros nos dejó bastante fríos. Para nada era lo que esperábamos y para nada nos recordaba en algo a TLSP. Desde luego, para nosotros es lo peor de los 40 minutos que dura el disco. Aunque siendo sinceros la canción, con las escuchas, no es mala. Sólo que no les pega.
Pero olvidando ese momento puntual nos quedan 11 canciones por delante que no tienen desperdicio. Todo empieza con Aviation, canción que sirve de perfecto nexo de unión entre los dos discos, para recordarnos de lo que son capaces y de ponernos la miel en los labios mientras se van colando por nuestros oídos sus nuevos temas. Inevitable es comparar un disco con el otro y sacar conclusiones. En 2008 querían recrear el sonido que les gustaba, poner un toque de modernidad a lo antiguo saliéndoles un bombazo. Ahora hay que mirar ese disco desde la distancia y ver sus vicios y sus virtudes. Fue la base y los cimientos de lo que ambos son ahora y sin ese disco no se entendería ni la carrera de uno ni de otro después. Ese sonido antiguo, pero a la vez moderno se les metió tan adentro haciéndoles comprender que la fuerza, el descaro o la rabia también puede ser a la vez delicadas y sugerentes. Sensuales. Sin The Last Shadow Puppets no se entendería AM, el mejor disco de Arctic Monkeys hasta la fecha. Ni tan poco se entendería la carrera en solitario de Miles Kane que descubrió que su verdadero camino no era en la senda de The Rascals ni de ese sonido.
El tiempo es sabio y sabe poner a cada uno en su lugar. Y lo que a Miles y Alex les ha otorgado es una lúcida madurez que les ha hecho encontrar su lugar que tanto ansiaban encontrar allá por 2008, ese sonido delicado a la vez que fuerte, sugerente hasta decir basta. Alternando guitarras, pianos y voces como nadie. Dónde ya no hay comparaciones de ninguna clase, solo están las canciones. Y qué canciones. Nos llevan en volandas por su universo. Dracula Teeth es un buen ejemplo. Con Used To Be My Girl se nos escapan los pies y nos ponen tiernos con The Bourne Identity. Aunque Sweet Dreams quizá sea la mejor canción del disco, un in crescendo de un poderoso desgarro de guitarra acompañado de la genial voz de Alex Turner. Se nos ponen los pelos de punta. A la altura de My Mistakes Were Made For You, muy del estilo. Aunque sin dudar, nuestra favorita es Pattern. No nos preguntéis por qué.
Y qué decir de la preciosa portada. Siempre cuidadosos hasta el último detalle.
Nota 8/10