En Nuestra Página de Festivales ya te dábamos algunos datos de cómo iba a ser la cuarta edición del Sonisphere.  La verdad es que la idea de cambiar el festival de ubicación fue acertada. Las 8.313 personas para la primera jornada del viernes, y los más de 54.000 personas en la segunda agradecieron que el suelo fuera de asfalto y no de tierra. Por lo menos este año se libraban de tragar polvo en su concierto favorito. Era nuestra primera visita a Getafe y al Sonisphere. Nuestro tercer festival del año y el primero dónde había más tachuelas y camisetas negras con nombres de grupos por metro cuadrado.

El ambiente desde las 5 de la tarde era palpable. La gente empezaba a acudir en masa al recinto bien a por su pulsera o bien a dar los últimos retoques a su tienda de campaña. No importaba que el calor superase los 30 grados. Muchos buenos samaritanos te vendían en una improvisada mesa de playa plegable un frío tinto de verano por cinco euros.

Lo primero que nos gustó, y que no estaba informado, es que las personas con entrada de día sí disponían de pulsera y por tanto, podían salir y entrar libremente del recinto. Lo siguiente que nos gustó fue la infraestructura del festival. El Auditorio John Lennon de Getafe, por su disposición de escenarios y mercadillo, nos recordó gratamente al monte Kobeta de su casi hermano BBK Live. Podemos decir que Last Tour International, en lo que a festivales se refiere, es ya como un sello de calidad. Y hablando de mercadillos y de puestos de comida… si este verano vais a más festivales y os encontráis el puesto de comida de los argentinos no dudéis en pedir un bocata de panceta con chimicurri. Serán los mejores seis euros que empleéis en todo el festival. Los precios, lo normal en estos casos (no por ello justificados): minis de cerveza y calimotxo a 8€, copas a 8€, minis de cubata a 16€, chupitos de jagger a 3€.

Hasta que el sol empezó a arreciar, los asistentes se refugiaban del calor como buenamente podían: Empapándose de agua en los baños, refrescándose con minis de cerveza, quedándose en sujetador o bikini las chicas y sin camiseta los chicos, o bien colapsando la carpa con la pantalla gigante donde después algunos prefirieron ver el final de la copa que ver a Offspring.

Sonisphere es uno de esos eventos que se ha sumado a tener una zona golden donde para entrar hay que pagar más. No sabemos si esto les sale rentable o no, lo que sabemos es que durante los primeros conciertos esa zona exclusiva estaba prácticamente vacía en la jornada del viernes. Lo que nos hizo pensar varias cosas. Primero que esa zona se llenaría al día siguiente con Metallica y que los grupos que estaban tocando ante esa desolada zona frente a la abarrotada ‘segunda’ primera fila de la zona más barata tenía que ser cuanto menos rara. Hay que tener en cuenta que aquellos que se apelotonaban a base de empujones y calor humano en esta ‘segunda’ primera fila son los fans y asistentes que estuvieron haciendo cola durante horas.

Y por eso, para que los grupos no se sintiesen ‘raros’ debatiéndose entre tocar entre un público vip pequeño y un público masivo, algunas de las bandas decidieron que el resto de público general pudiese entrar en la zona golden durante su concierto. Léase Limp Bizkit y Offspring entre otros.

De destacar era el sonido del festival, a ratos bueno y a ratos malo. El escenario principal sufrió seguidos problemas de sonido (¿Alguien escucho bien de verdad a Fred Durst?¿Y Soundgarden?), mientras que el segundo escenario lucia un sonido más nítido y limpio. Los grandes vencedores de la noche del viernes fueron los ya mencionados Limp Bizkit, saldando su cuenta pendiente con Madrid desde 2001, y el concierto, casi de manual, de Offspring. Para la noche del sábado estaba claro quién iba a llevar a más seguidores hasta Getafe. Y es que  James Hetfield y sus compañeros de Metallica (y por qué no, los chicos de Slayer también) tienen fieles y acérrimos seguidores. El problema, que la gente se convirtió en sardinas en lata. Demasiada gente para ese recinto. Por lo demás, salimos encantado de Getafe y con un buen sabor de boca.


*Foto Tom Hagen
cool good eh love2 cute confused notgood numb disgusting fail