La primera jornada del Bilbao BBK Live ’11 fue todo un éxito y congregó a unas 37500 personas según la organización.

A mediodía de ayer nos plantamos en el recinto de Bec! para coger uno de los buses gratuitos y en menos de 10 minutos ya estábamos en el monte Kobeta. Como abrieron el día anterior el camping, la zona más próxima a la entrada estaba ocupada y para plantar la tienda hubo que andar unos 2 km, con bolsas, neveras y demás cosas a cuestas.

Ya a las 5 el panorama era diferente en el Bec! y había una gran cola para coger uno de estos autobuses. Ya que había gente que llegaba en masa y, como en nuestro caso, gente ya que se dirigía a ver conciertos.
El grupo que abrió el festival fue la banda de Utah, Neon Trees. Teníamos muchas ganas de verlos después de haber hecho un gran disco, Jam Habits. Con la gente un poco fría aun, el lider de la banda, Tyler Glenn, se dispuso a hacernos pasar un rato divertido con buenos temas, dándolo todo, literalmente, desde el escenario. Abrieron con Your Surrender y Calling My Name, y acada canción que iba pasando, a él le quedaba una prenda menos: que si tira las gafas, que si ahora los zapatos…hasta los calcetines se quitó. De un lado para otro sin parar, sin dejar de animar al público, usando el cable del micrófoto como cuerda y dándole vueltas para al final enrollarlo en su cuello fue una de las locuras del cantante de Neon Trees. Acabaron con 1983 y su conocidaAnimal, los dos sigles de su album y que la gente si que cantó. Media hora que se hizo corta para un grupo que quizás se merecía tocar un poco más tarde.

Cinco minutos más tarde en el escenario 2 aparecían puntuales los locales Ken Zazpi. El grupo cuyas letras son en euskera embelesó al público de principió a fin. Y aunque nosotros no entendimos la letra de ninguna de las canciones tenemos que decir que nos gustaron y mucho en directo.

Russian Red y su banda trajeada con mucha gente viéndoles fue el primer plato fuerte de la noche. Más lento y frío al principio, para hacer una gran segunda mitad de concierto que acabó con la felicitación en el backstage de Chris Martin.

Teníamos ganas de ver a Beady EyeBueno, para que negarlo, de ver a Liam. Fuimos a verles en su concierto de Madrid hace unos meses y lo pasamos muy bien. Pero salimos un poco desencantados. Si bien tuvimos el show de siempre de Liam, con sus gestos y provocaciones en lo musical no aportó nada. Llegaron, tocaron y se fueron. Un grupo para una sala como La Riviera si, pero un grupo de festival aun no. O al menos no a las 9 de la noche, y si un grupo de relleno a las 6 de la tarde. Probablemente esto sería si su cantante no se llamara Liam Gallagher y no hubiera sido el cantante de Oasis. La banda lleva haciendo el mismo show desde que iniciaron la gira en octubre del año pasado. Vale, tienen esas canciones y no hay más. Pero no sé, cambia el orden o algo. Los grupos suelen prepararse un concierto diferente para su gira por festivales. No es el caso de Beady Eye. El mismo concierto una vez más. A nuestro entender mal estructurado. Empezando fuerte con Four Letter Word, un acierto, pero quitándose sus mejores temas demasado pronto. Y es que despues de cinco canciones ya había tocado The Roller y Bring The Light. Sólo nos quedaban las gracias de Liam hasta que finalizó en concierto saltando al foso para saludar al respetable y salir directamete por allí al backstage.

Mientras tocaban Blondie la gente ya se situaba para coger buen sitio para ver a Coldplay, el gran reclamo del día.

Coldplay salió al escenario a las 23.40 con un escenario muy colorido, llenando de luz la noche. Un show perfectamente preparado, donde las proyecciones y el perfecto sonido hicieron el resto. Los de Chris Martin fueron tocando sus grandes éxitos como Yellow, In My Place o Viva la vida mezclado con temas que pueden integrar su nuevo album. Y es que a Coldplay le gusta antes de sacar un disco comprobar las reacciones del público con estos temas antes de sacarlos a la venta. Dejaron entrever que este nuevo disco va a ser muy bailable y Every Teardrop Is A Waterfall es una muestra de ello. Si bien es cierto que también hubo temas lentos con Chris al piano, pero el corte del concierto fue muy movido. Todo hay que decirlo, con una vez que veas a Coldplay es suficiente. Los conciertos son clavados, tanto temas, como proyecciones como juego de luces. Una obra de teatro repetida hasta la última actuación. Pero lo pasamos muy bien, muy ameno y muy animado. Un 10 para Martin y los suyos.

Cerraban la noche el dúo, o trío en directo, Crystal Castles. Desde el primer minuto Alice Glass se entregó al público y no tardó en bajarse al foso, incluso tirándose al público en varias ocasiones. El punto negativo fue que un fallo en el sonido del micrófono hizo que durante 3 temas Crystal Castles estuvieran mudos. Es probable que ellos no se dieran cuenta y se escucharan bien por sus monitores, ya que Alice seguía dando gritos y bailando como una loca, perodesde fuera parecía una gogó de discoteca. Debido a esto la organización decidió apagar las pantallas gigantes de al lado del escenario, para no apreciar este fallo. Demasiado tarde.

Todo un éxito este BBK Live, si bien hay cosas que habría que mejorar: El camping muy lejos de donde deja el autobus, los tickets de la comida y bebida son un cachondeo, tickets de 3 y de 4 euros en vez de poner todos los tickets al mismo precio y que los productos valgan un número determinado de ellos. Un red bull, un ticket de 4 euros, y no pagues algo de 3 con uno de 4 porque no te dan cambio. Los precios del mercadillo abusivos. También los del merchandising, aunque puede que no sea cosa suya, pero una cami de tu grupo, basante básica por 25 euros… Vimos kebab a 7 euros, litros de calimotxo a 8…Y sobre todo, separar al público en dos por una valla en el centro del escenario principar me parece un error. Si es por seguridad debería estar en los dos escenarios y no era asi. Asi que no me gusta, queda feo. A pesar de todo quedan 2 días y seguro que seguimos pasándolo de maravilla. Seguiremos informando desde Bilbao.

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