Si antes era Alex Turner quien echaba una mano a Miles Kane, en este nuevo larga duración ha sido Paul Weller el encargado de hacerlo. Y sinceramente, quizá le ha ido mejor con el Modfather que con el Arctic. Aquel Miles Kane en solitario que conocimos allá por 2011 era alguien elegante tanto física como musicalmente. Ahora, su unión con el ex Jam le ha hecho crecer y madurar musicalmente encontrando a un Miles Kane atrevido, seguro de sí mismo; hasta sexy. No lo decimos nosotros, lo demuestra él mismo en Give Up, canción que fue el primer single de Don’t Forget Who You Are.

En este nuevo trabajo ha dejado de lado el pop orquestal para abrazar el Glam, recordando por momentos a Marc Bolan y sus T. Rex. En este disco encontramos palmas, como en Better Than That, segundas voces afiladas como en Tonight, hay garra, diversión y distorsión. Como en el primer riff de Taking Over, que, a nosotros personalmente nos recuerda a las guitarras de Kasabian.  Tampoco hay que perder la vista de la colaboración con Weller,You’re Gonna get it. Fuerza y descaro adictivo.

El disco en general es de diez, pero quizá hay una canción que sobresale por encima de todas: Don’t Forget Who You Are, que además le da título al álbum. Positiva y alegre, como el resto del disco en general, Esperanzadora al fin y al cabo. Quizá se convierta en un himno para aquellos que saben que no deben olvidar sus raíces. Si en su anterior trabajo, Colour Of The Trap, mejoraba la estela comenzada en The Last Shadow Puppets, en este nuevo trabajo se mejora a sí mismo. Quizá con este disco Miles Kane quiera quitarle el puesto a Paul Weller y volverse el abanderado de los Mods más jóvenes.

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