Grises, los chicos que nos hicieron sentir que todo era perfecto, vuelven a la carga con un segundo disco titulado No se alarme señora, soy soviético. Ellos también fueron uno de nuestros Grupos Emergentes y su debut El Hombre bolígrafo nos sorprendió más que gratamente. Y es que Grises son un respiro, una bocanada de aire puro y fresco que hace que pienses que el mundo que nos rodea no es tan malo como parece, que siempre tienes cosas buenas por las que merece la pena vivir y sonreír.

En este segundo trabajo, grabado en el estudio de Eñaut Gaztañaga (voz del grupo), nos encontramos diez canciones que bien podíamos tomar como decálogo o manual para el buen vivir. En sus canciones a través de letras y melodías llenas de atmósferas  lanzan premisas llenas de positivismo. Es nuestro momento, aprovecha y no te quedes atrás. 

Espacio en ese sentido es la más diferente del disco, la que no tiene una temática tan positiva. Pese a que Espíritu Libre esta bien elegida como intro del disco, a nosotros quizá nos pegaba más Despierto, canción en la que se puede escuchar a varios niños en los coros.

Existe un paso hacia adelante con respecto al primer disco. La electrónica y las melodías bailables siguen estando presentes pero existe una línea continua en este trabajo que bien lo diferencia del anterior. Mientras que en El Hombre Bolígrafo nos encontrábamos temas independientes unos de otros, bailables y electrónicos, no existía una línea que les uniese a todos. Si exceptuamos, la línea argumentativa, claro. En No se alarme señora, soy soviético encontramos una atmósfera melódica que engloba a todas las canciones que componen este trabajo. Componiéndolo en un ente que bien podría pasar por una sesión.

Es un disco más melódico, lleno de sonidos que se van apreciando con cada escucha. Y donde la voz se convierte en un instrumento más.

 

cool good eh love2 cute confused notgood numb disgusting fail